En un futuro corredor comercial y entre zonas residenciales muy diferentes entre sí, esta estación y toda la intervención urbana que la acompaña buscan conectar a la misma comunidad a través de espacios accesibles, de calidad y recreativos para los vecinos. Además de convertir un terreno baldío con una cañada descuidada en un parque con diversas áreas de encuentro social y amplias áreas verdes, el proyecto también integra las nuevas opciones de movilidad que implica la estación intermodal con un programa de espacios específicamente ubicados para reforzar el sentido de comunidad alrededor del proyecto —a través de restuarantes, comercios locales, guardería, biblioteca y arcade.
Este diverso programa se conjuga a través de varios volúmenes acristalados, que se conectan mediante una segunda piel con los característicos paneles de acero córten perforado y cables suspendidos con enredaderas; una segunda piel que no sólo forma la fachada, sino también genera el espacio para la circulación a base exclusivamente de rampas de toda la estación —enfatizando la importancia de la accesibilidad en la experiencia del proyecto.
EN COLABORACIÓN CON: Diana Gutiérrez.